En este artículo, exploraremos una solución de amueblamiento especialmente diseñada para una habitación cuadrada, pequeña y algo complicada, pensada para dos niños. La distribución del espacio es todo un reto, ya que la habitación cuenta con dos puertas: una de acceso y otra balconera. Nuestro objetivo es presentar un diseño funcional que permita aprovechar al máximo el espacio y, a la vez, brindar comodidad y practicidad para los niños.
Para esta propuesta, utilizaremos una bicama: una cama alta combinada con otra cama oculta debajo, que se puede extraer para dormir y esconder de nuevo con facilidad. Gracias a esta disposición, obtenemos un espacio libre durante el día para jugar, estudiar o simplemente relajarse. Al ser una habitación pequeña, esta alternativa se convierte en una solución práctica para mantener el ambiente ordenado y funcional, sin que el mobiliario sobrecargue el espacio.
En un segundo artículo titulado "Cómo amueblar una habitación cuadrada y complicada para dos niños con literas", te mostraremos otra opción de diseño en el que las literas son la solución clave. De este modo, tendrás a tu disposición varias ideas para amueblar una habitación infantil y podrás elegir la que mejor se adapte a tus necesidades y preferencias, logrando siempre un entorno cómodo y bien aprovechado.
Descripción de la habitación y sus características
La habitación que vamos a diseñar presenta unas características muy específicas que añaden dificultad a la distribución. Con unas dimensiones de 3.10 metros de ancho por 2.80 metros de fondo, se trata de un espacio cuadrado y pequeño. Además, cuenta con dos elementos arquitectónicos que influyen en la disposición del mobiliario: una puerta de acceso en la pared derecha y una puerta balconera en la pared izquierda. Esta última proporciona acceso al exterior, pero también limita el uso de las paredes para colocar muebles altos o voluminosos. En el centro de la pared que conecta ambas puertas, encontramos un radiador, lo cual también reduce las opciones de ubicación de algunos muebles. La presencia de estos elementos nos obliga a optimizar cada rincón y a buscar una solución funcional que se adapte a las necesidades de los dos niños que compartirán este espacio.
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Para ayudar a quienes encuentran difícil interpretar los planos, hemos incluido imágenes de la habitación vacía desde distintas posiciones. De esta forma, puedes visualizar mejor las características del espacio y la distribución de los elementos arquitectónicos como la puerta de acceso, la puerta balconera y el radiador.
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Consideraciones para la distribución de la cama en la habitación
Como hemos comentado en varias ocasiones, los muebles como armarios, escritorios o estanterías pueden encontrarse en una gran variedad de medidas y configuraciones. Sin embargo, la cama es un elemento que ocupa un espacio fijo y considerable en cualquier habitación. En este caso, hemos optado por una cama para colchones de 90x190 cm, por lo que debemos considerar un área de aproximadamente 100x200 cm (o 200x200 cm cuando se despliega la cama inferior).
Vamos a evaluar distintas ubicaciones para la cama dentro de esta habitación cuadrada. La idea es probar en diferentes posiciones para encontrar la mejor distribución posible que maximice el espacio útil, facilite el acceso a las puertas y no interfiera con el radiador. Este análisis nos permitirá determinar la disposición que optimice la funcionalidad de la habitación, manteniendo una circulación cómoda y dejando espacio libre para las actividades diarias de los niños.
Opción 1: Colocación de la cama junto a la pared derecha
En esta primera opción, hemos colocado la cama pegada a la pared derecha, cerca de la puerta de acceso. Esta disposición permite que la cama ocupe solo uno de los lados de la habitación, dejando el espacio central relativamente libre para que los niños puedan moverse y jugar. Sin embargo, esta ubicación tiene un inconveniente: el acceso a la puerta de entrada se ve poco amable al encontrarnos el lateral de la cama muy cerca, incluso podría darse el caso que la puerta de entrada no abriera completamente, lo cual podría ser poco práctico en la rutina diaria.
Opción 2: Colocación de la cama en el lado superior derecho
En esta segunda opción, la cama se coloca en la esquina superior izquierda de la habitación, cerca de la puerta balconera. Esta disposición deja el área central libre y despejada, lo cual es ventajoso para crear un espacio de juego o estudio en el centro de la habitación. Sin embargo, hay un inconveniente importante: al extraer la cama inferior, el acceso a la puerta del balcón queda bloqueado. Esto podría ser un problema, especialmente si se necesita un acceso continuo al balcón o si la ventilación es importante.
Si bien esta opción ofrece buena circulación cuando la cama está cerrada, el bloqueo del acceso al balcón con la cama desplegada hace que esta configuración no sea la más óptima.
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Opción 3: Colocación de la cama en la esquina superior derecha
En esta tercera opción, hemos ubicado la cama en la esquina superior derecha de la habitación, pegada a la pared. Esto permite mantener el espacio central despejado, facilitando el movimiento y aprovechando el área libre para actividades de los niños. No obstante, al extraer la cama inferior, se bloquea el acceso a la puerta de entrada de la habitación, lo cual presenta un inconveniente significativo en términos de funcionalidad y seguridad, especialmente en una emergencia o si alguien necesita entrar o salir rápidamente.
Aunque esta disposición puede funcionar en ocasiones específicas (como en horario de sueño), no es la solución más práctica para el uso diario, ya que limita considerablemente el acceso a la habitación cuando la cama inferior está desplegada.
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Opción 4: Colocación de la cama en la pared inferior izquierda
En esta cuarta opción, la cama se ha colocado en la pared inferior izquierda, lo cual resulta inviable por varios motivos. Al extender la cama inferior, el acceso a la puerta del balcón queda completamente bloqueado, impidiendo la salida al exterior. Además, esta disposición hace que la cama quede frente al radiador, lo cual no es adecuado, ya que puede interferir con la calefacción y afectar la distribución de la temperatura en la habitación.
Debido a estos inconvenientes, esta configuración no es una opción viable para el diseño de la habitación. Bloquear el acceso al balcón y obstaculizar el radiador compromete tanto la funcionalidad del espacio como el confort de los niños.
Opción 5: Colocación de la cama en el centro de la pared superior
En esta última y más recomendada opción, colocamos la cama en el centro de la pared superior de la habitación. Esta disposición permite que la cama esté centrada, dejando espacio libre tanto a la izquierda como a la derecha. Al estar en esta posición, se evita bloquear el acceso a la puerta de entrada y a la puerta del balcón, lo cual facilita la circulación y el uso práctico del espacio.
Cuando se despliega la cama inferior, aunque ocupa una parte del área central, el acceso a ambas puertas sigue siendo viable. Además, esta ubicación permite distribuir otros elementos del mobiliario, como un pequeño escritorio o estanterías en las esquinas, sin interferir con la funcionalidad de la habitación. Con esta disposición, se logra un balance ideal entre comodidad, circulación y aprovechamiento del espacio, proporcionando una solución óptima para que ambos niños puedan compartir la habitación sin restricciones significativas.
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Distribución óptima: Espacios libres para otros muebles
Como podemos observar en la siguiente imagen, esta colocación central de la cama nos permite disponer de tres espacios libres estratégicos alrededor de la habitación. Al dejar áreas despejadas a la izquierda, derecha y frente a la cama, tenemos flexibilidad para colocar el resto de los elementos necesarios, como un armario, escritorio, o estanterías, sin comprometer la circulación ni bloquear el acceso a la puerta del balcón o a la entrada de la habitación.
Esta distribución facilita el diseño de un ambiente equilibrado y funcional, optimizando cada rincón del espacio para satisfacer las necesidades de los dos niños sin generar interferencias entre las distintas zonas.
Colocación de armarios en la habitación
Comenzamos a colocar los muebles en la habitación, ubicando un armario de puertas correderas en la pared de fondo, justo detrás de la cama. Esta disposición permite un acceso no demasiado cómodo pero nos permitirá disponer un lateral para continuar colocando armarios, que si lo serán.
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Pegado al lateral derecho del armario de puertas correderas, podemos observar en la imagen el recuadro naranja, que marca el espacio donde continuaremos añadiendo más armarios. El primer mueble que incorporaremos será un armario de 1 puerta y 4 cajones, que proporciona una excelente opción de almacenamiento adicional para ropa o accesorios. A continuación, colocaremos un terminal mixto de estanterías y zapatero con un diseño redondeado, lo que no solo maximiza la capacidad de almacenamiento, sino que también aporta un toque de suavidad y estilo a la habitación. Esta disposición, además de ser práctica, dará una entrada más acogedora y estética al espacio, creando un ambiente armonioso y bien organizado.
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Colocación escritorio
A continuación, colocaremos el escritorio, y para ello existen dos posibles ubicaciones, como se muestra en la imagen con los recuadros naranja: una opción es situarlo a la izquierda de la cama, y la otra, en la pared inferior encima del radiador. En este caso, hemos decidido optar por la opción a la izquierda de la cama. Esta elección tiene como objetivo ocupar la menor cantidad posible de paredes, permitiendo que la habitación mantenga una sensación de amplitud y fluidez. Al colocar el escritorio en este espacio, buscamos dejar la habitación lo más diáfana posible, favoreciendo una circulación cómoda y evitando la sobrecarga visual, lo que contribuye a un ambiente más relajado y funcional.
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Como escritorio, utilizaremos un arcón extraíble que ofrece una solución práctica y funcional. Mientras no se necesite, el arcón permanecerá discretamente a los pies de la cama, sin ocupar espacio ni interferir en la circulación de la habitación. Cuando sea necesario, simplemente lo abrimos hacia adelante, transformándose rápidamente en un escritorio cómodo y accesible. Esta opción no solo es fácil de usar, sino que también permite aprovechar al máximo la luz natural proveniente de la balconera, creando un entorno luminoso y agradable para trabajar o estudiar. Además, su diseño compacto y versátil ayuda a mantener la habitación organizada y libre de desorden.
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Espacio y accesibilidad a todo
En las siguientes imágenes, tomadas desde arriba, podemos apreciar lo bonita y amplia que queda la habitación, tanto con el escritorio guardado como cuando está extraído para su uso. Con el arcón guardado a los pies de la cama, la habitación mantiene una sensación de espacio libre y despejado, lo que contribuye a su apariencia amplia y aireada. Cuando el escritorio se extrae, se convierte en un elemento funcional que, al estar colocado cerca de la luz natural de la balconera, no solo ofrece un área de trabajo cómoda, sino que también complementa la estética del entorno sin sobrecargar el espacio. Esta flexibilidad de uso garantiza que la habitación pueda adaptarse a diferentes necesidades, manteniendo su amplitud y estilo en todo momento.
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Estantería para libros y objetos decorativos
Para finalizar el diseño, añadimos una estantería horizontal con puertas y huecos sobre la cama, aprovechando el espacio superior de manera funcional y estética
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Un diseño de habitación doble con bicama complicado, pero perfecto
Una vez acabado el diseño, puedes observar la funcionalidad de esta habitación desde distintos ángulos, lo que permite apreciar su versatilidad y aprovechamiento del espacio. Ya sea con la cama y el escritorio escondidos o extraídos, cada disposición mantiene una circulación cómoda y un ambiente organizado. Cuando el escritorio está guardado, la habitación luce más diáfana y espaciosa, ideal para momentos de descanso o para mantener el orden. Al extraer el escritorio, la habitación se adapta fácilmente a un entorno de trabajo sin perder amplitud ni luminosidad. La opción de ocultar los muebles cuando no se usan optimiza el espacio, creando un equilibrio perfecto entre funcionalidad y estética, mientras que los elementos de almacenamiento, como la estantería y el arcón, aportan organización sin sobrecargar el diseño.
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Añadiendo color y personalidad a una habitación juvenil funcional
¿Qué sería una habitación juvenil sin colores? Una vez logrado un diseño funcional, es hora de añadir personalidad y carácter a la habitación con color. En esta ocasión, hemos elegido un color base neutro y suave, que sirve como fondo perfecto para combinar con toques de color en lilas, creando un ambiente fresco y relajante. Los tiradores redondeados en blanco añaden un toque delicado y moderno, que complementa la paleta de colores sin sobrecargar el espacio. El lila, en combinación con los elementos en blanco, aporta una sensación de armonía y elegancia, mientras que el color base neutral permite que la habitación mantenga un aire tranquilo y versátil. Así, no solo se consigue una habitación funcional, sino también un ambiente acogedor y personalizado, ideal para una habitación juvenil.
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Esperamos que este ejemplo de diseño te resulte útil. Ya sabes que si tienes alguna duda, puedes usar el foro decoración. Además, si quieres ver otra solución de diseño para esta habitación juvenil doble, pero utilizando literas, puedes hacerlo en este artículo: Cómo amueblar una habitación cuadrada y complicada para dos niños con literas